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Ha llegado el momento de poner en práctica todo lo aprendido hasta ahora: gracias a las habilidades desarrolladas anteriormente, nuestro alumnado tiene la oportunidad de ampliar y profundizar sus conocimientos en diversas disciplinas: lenguas, ciencias, matemáticas, informática, medio ambiente, religión, arte, física…

Es también el momento de aplicar prácticas y procedimientos de autonomía, planificación, esfuerzo y trabajo personal. En esta etapa se realizan las primeras «elecciones» y acompañamos a los alumnos y alumnas en el proceso de decidir su futuro profesional y social.

Nuestro currículo se completa con proyectos que buscan garantizar el «aprender a aprender» y el «aprendizaje cooperativo». De este modo, se pretende que los jóvenes se conviertan en protagonistas de su propio proceso, y que el profesorado actúe como mediador entre el alumnado y el conocimiento.

La relación de tutoría es el eje central de las relaciones entre profesor/a-alumno/a-grupo-familia. Se refuerzan y valoran los momentos y acciones orientados a compartir experiencias y a reflexionar sobre las actitudes, tanto individuales como grupales.

Esta etapa es un momento fundamental en el desarrollo vital de la persona. Respondemos a la evolución natural de la unidad y coherencia psicopedagógica en estas edades, tomando como base el Nuevo Contexto de Aprendizaje (NCA).

Y tenemos muy presente que la ESO, el paso entre la infancia y la juventud, es una época de incertidumbres, descubrimientos, conflictos y toma de decisiones. Ayudamos al alumnado a construir una escala de valores sólida que les permita tomar sus primeras decisiones en el ámbito académico y relacional, desarrollando, al mismo tiempo, una base sólida de competencias.

Intercambios y una amplia oferta de experiencias internacionales